lunes, 26 de mayo de 2008

Carta al gobierno

Valparaíso 26 de Mayo de 2008.

Señora Presidenta de la Republica

Las Universidades a lo largo de su historia se han convertido en el espacio por excelencia de generación de conocimientos y de reflexión de las problemáticas de la sociedad, teniendo dentro de su misión tres cuestiones que constituyen a una institución, el ser universidad: la docencia, la investigación y la extensión; es desde la universidad donde principalmente se formulan los paradigmas con los que se construye y se desarrolla un país, esa ha sido su función histórica, el desarrollo de las ciencias, la técnica y las humanidades.

De dicha función la universidad ha sido despojada durante estos últimos veinte años. En Chile, es a partir e la contra reforma universitaria de los 80, que se marca un retroceso en la misión y visión de la universidad que se había alcanzado hasta esa época. Comienza la expansión sin control del sistema universitario, con su consiguiente desregulación; los distintos decretos con fuerza de ley fijan las normativas que regirán a las universidades a partir de ese momento; cambia la política de financiamiento y da inicio al autofinanciamiento de las universidades y por último la imposición de la LOCE en los últimos días de la dictadura viene a consagrar y dar proyección a un nuevo modelo de universidad neoliberal.

Dicho esquema se mantiene hasta el día de hoy. Progresivamente la situación de las universidades estatales, particularmente las derivadas, se ha ido complejizando. Han debido incorporar poco a poco las políticas de mercado, generando un mayor endeudamiento con la banca privada, hipotecando el patrimonio, agudizando así una compleja situación financiera; situación de la cual no ha podido escapar nuestra universidad, la Universidad de Valparaíso.

Es por ello que hemos de comprender que la Universidad de Valparaíso se encuentra inmersa en un concierto nacional desfavorable para las Instituciones y el Rol Público en la sociedad. Si bien, la crisis financiera se conjuga con una mala gestión de las autoridades, gran parte de la responsabilidad proviene también del descrito esquema nacional, donde el rol que debe cumplir el Estado y el Gobierno para revertir la situación, es esencial, considerando que la educación es una de las preocupaciones y derechos fundamentales, así como un bien público mínimo civilizatorio de nuestra sociedad. Esta crisis ha provocado que supeditemos la entrega de conocimientos y la educación, a valores económicos y cifras financieras, poniendo en riesgo que 15.000 familias reciban normalmente este bien preciado, y aún peor es ver que la calidad del bien recibido, estos años ha disminuido a fin de lograr estabilidad financiera.

La Universidad de Valparaíso como Institución Estatal, es un agente componente del Estado; un medio de entrega de un bien social; una fuente donde emergen investigaciones en beneficio del desarrollo del país; un centro donde convergen todos los sectores político-sociales y económicos de nuestra sociedad; un espacio destinado a potenciar el desarrollo regional, y no sólo la región de Valparaíso, sino también todas las localidades en las que actualmente tenemos presencia a saber, Rengo, San Felipe, Los Andes, Santiago, Aysén y Melipilla; en definitiva, una Institución Estatal conformada por una comunidad que aglutina no sólo a las 15.000 familias de nuestros compañeros estudiantes sino, a la de los miles de académicos y funcionarios que forman parte de esta gran Comunidad Universitaria la cual comparte demandas y las defiende de manera conjunta, como se materializó en la última marcha protagonizada por nuestra Universidad y convocada por académicos, funcionarios y estudiantes por la defensa de la Educación Pública y en exigencia de mayor participación económica del Estado en la educación.

Usted es hoy quién representa al Gobierno y al Estado, en la Cuenta Anual de este 21 de Mayo escuchamos de su boca el pronunciamiento respecto a diversas políticas y medidas concretas, de las cuales la educación no quedó ausente

“El Estado debe tener un compromiso especial con la educación superior estatal”

“Por eso trabajamos en aquellas otras materias que son fundamentales, en especial, el fortalecimiento de la educación pública”

“Chile requiere de una educación pública, humanista y laica, robusta y de calidad, porque ella es la principal fuente de cohesión y de movilidad social”

“Valoración de la orientación pública de las universidades”

“Hoy las universidades públicas enfrentan desafíos complejos y nosotros, como Estado, debemos contribuir a resolver esos desafíos”.

“Hacia la garantía de financiamiento de la educación superior”

Sin duda todos compartimos estos dichos, y es por la concretización de estos que nuestra Universidad se ha movilizado estos últimos meses; el compromiso Estatal con la educación superior estatal, el fortalecimiento de la educación pública y de calidad que Chile requiere, la valoración de la orientación pública en las universidades y el financiamiento a la educación superior.

Pero como usted muy bien reconoce, “hoy las universidades públicas enfrentan desafíos complejos” de los que nuestra Universidad no está ausente, y “como Estado, debemos contribuir a resolver esos desafíos”, nuestra Universidad es Estatal, pertenece al pueblo chileno y está al servicio de éste, sin financiamiento del Estado esta Institución perderá su calidad de Estatal, dejará de pertenecer al pueblo chileno y pasará a ser de dominio de unos pocos, “Como lo hemos dicho anteriormente: ¡Con el dinero de los chilenos no se juega!”, no podemos permitir que un patrimonio estatal y por tanto de todos los chilenos, esté en riesgos de llegar a manos privadas, la privatización no sólo se materializa en la compra efectiva, el endeudamiento con los bancos es una de las tantas formas. Si esta crisis no se frena, seremos testigos de la destrucción de una Institución Estatal, porque no permitiremos que la política de endeudamiento continúe arriesgando el futuro de nuestra casa de estudios, la destrucción de toda una política educacional estatal, la destrucción de un agente conformador del Estado, la quiebra de un patrimonio de todos los chilenos.

“Hacia la garantía de financiamiento de la educación superior”, hacia ese norte apunta nuestra comunidad universitaria el cuál queremos ver materializado en todas las instancias teniendo como primera práctica nuestra Universidad. Esta crisis no sólo es de la Universidad de Valparaíso, esta crisis afecta a todos los chilenos, a todos quiénes ven la posibilidad de movilidad social en la educación pública, a todos quiénes apuestan a las Instituciones Estatales, a todos quiénes confían en el resguardo que el Gobierno hace de éstas, y en particular a todas aquellas familias de estudiantes que llegan de todas partes del país a estudiar en esta casa de estudios.

Por eso digo: el principal logro en esta materia es que todo Chile hable hoy el lenguaje de la protección social como un elemento propio de la identidad nacional”, lenguaje de protección social que está presente en la educación y que nos ha hecho presenciar como millares de estudiantes junto a sus familias y la comunidad en general se movilizan por la defensa de la Educación Pública, entienden que la educación es un bien propio de la sociedad y que les pertenece. Con estas movilizaciones la sociedad protege lo propio y genera identidad nacional, defiende las instancias donde estos bienes se entregan, defienden sus Liceos y Universidades y defienden a sus hijos y estudiantes.

Nuestro propósito ha sido sentar las bases de un Estado social y democrático de derecho, que abandona el asistencialismo de las políticas sociales y que asume el enfoque de derechos de las personas”. Nuestro propósito es el mismo, y es el derecho a la educación el que buscamos defender en esta instancia y en particular el derecho de nuestros compañeros de recibir Educación Estatal. Por eso queremos abandonar las políticas de asistencialismo en la educación, son estas políticas las que inducen crisis en la educación superior. Se necesitan verdaderas soluciones y la verdadera solución para la crisis de la Universidad de Valparaíso es la entrega inmediata de recursos por parte del Estado, recursos que detengan las políticas de autofinanciamiento que han provocado y que seguirán agudizando los problemas financieros, recursos que rescaten la educación estatal que entrega nuestra Universidad, recursos que ayuden a lograr la ansiada estabilidad que permita reordenar nuestra casa de estudios, recursos que en definitiva no benefician a esta Universidad, sino a todos los chilenos que forman parte de ella directa o indirectamente, a todos quiénes confían aún en las Instituciones Estatales y en el Gobierno.

Hace pocos meses el sistema de transporte público de la capital se vio en una seria crisis financiera, sistema público que beneficia sólo a los ciudadanos metropolitanos. Ante esta situación el gobierno solicitó encarecidamente el aporte financiero del Estado, aporte que ascendió a la suma de 290 millones de dólares.

En el discurso de la Cuenta Anual recién rendida comunicó que ha invertido en imagen país “quince millones de dólares adicionales, que se invertirán durante el segundo semestre”, “Y con el gran salto de 2009, el presupuesto de imagen país alcanzará los 40 millones de dólares. Habremos aumentado los recursos disponibles más de diez veces en menos de tres años.

Por otra parte, respecto a la inversión del Producto Interno Bruto, “En el año 2007 Chile alcanzó un nivel de inversión récord de 25,8 por ciento del Producto Interno Bruto. Las perspectivas para este año son aún más auspiciosas: Se espera que la inversión alcance casi 28 por ciento”. Los empresarios Pyme también resultarán beneficiados con una gran inversión

“Esta medida, con un costo estimado anual de 106 millones de dólares”

Todos estos dineros en definitiva son invertidos con la esperanza de potenciar al país y de acercarnos cada vez más al desarrollo, de volvernos más productivos “¿Cómo lograrlo? La lección de los países exitosos es clara: Más ciencia, tecnología e innovación”, que el país adquiere en sus Universidades Estatales, “La educación superior es esencial para el desarrollo del Chile del mañana”, es la educación la base del desarrollo, es en las instituciones donde esta se entrega que se debe invertir y asegurar la estabilidad de estas para que la preocupación y el esfuerzo de las mismas se concentre en la calidad. Sin una base sólida no puede haber una buena calidad en la educación superior, al respecto usted propone asegurar educación pre básica entendiendo que la educación debe ir mejorándose etapa por etapa.

A los jóvenes esforzados y talentosos de Chile, a ustedes que han soñado con estudiar un postgrado o formarse en el extranjero, les digo: tendrán esa oportunidad. Podrán conocer otras culturas y traer a Chile el conocimiento adquirido”. “Sí, porque vamos a hacer un esfuerzo adicional inmenso en materia de formación de postgrado y perfeccionamiento en universidades de prestigio y áreas prioritarias”. Sin una base sólida no puede haber una buena calidad en la educación superior, al respecto usted propone asegurar educación pre básica entendiendo que la educación debe ir mejorándose etapa por etapa ¿Porqué hacer un esfuerzo adicional inmenso en el postgrado antes que en el pregrado?, ¿porqué preocuparnos de enviar a nuestros estudiantes al extranjero?, son nuestras universidades las que debemos potenciar, que extranjeros ambicionen estudiar aquí, ayudar a nuestras universidades para que entreguen educación de pregrado de calidad. Etapa por etapa debemos mejorar nuestra educación, aún no podemos pensar en postgrado cuando la educación superior de pregrado es débil. Estos esfuerzos deben dirigirse a las Universidades Estatales.

Nuestra Universidad actualmente tiene una deuda de $23.000 millones de pesos, déficit provocado en su mayor parte por los falsos créditos de Fondo Solidario entregados, por el Crédito UV que la Universidad se ve obligada a entregar, y por las pérdidas pecuniarias causadas por el cambio del criterio histórico en la entrega del AFD.

Hablamos de falsos créditos de Fondo Solidario, pues el dinero prestado que pide el estudiante al Estado, nunca es efectivamente entregado a la Universidad, simplemente estos son dineros que la Institución deja de percibir, es dinero que el Estado adeuda a los estudiantes de la Universidad, la universidad lo llama aporte al FSCU. Esto en la practica provoca consecuencias gravísimas, porque este dinero no recibido por la Universidad, es el necesario y fundamental para mejorar las condiciones de la educación entregada, y hoy necesarios para cubrir el déficit operacional de mas de $5.500 millones proyectado para este 2008.

La cuantificación de los dineros no percibidos por nuestra Universidad, fruto de estas “becas” y “créditos” es de $29.000 millones de pesos, fraccionadas en $7.000 millones perdidos por la aplicación del 5% variable del AFD, $2.000 millones de pesos en crédito UV por concepto de cubrir las diferencias entre los aranceles reales y los aranceles de referencia; $20.000 millones de pesos “aportados por la Universidad de Valparaíso” al Fondo Solidario de Crédito Universitario.

Son estos $29.000 millones de pesos los que hoy demandamos y exigimos legítimamente, cada peso mencionado esta respaldado en informes y estudios que lo demuestran, no esperamos sino mas que recibir lo que necesitamos hoy para sobrevivir. Sabemos que las cosas en nuestra Universidad no han funcionado con normalidad, la irregularidad fue el campo en el que, ante la complacencia y desidia del estamento académico, se desarrolló el destituido gobierno anterior. Queremos dilucidar quiénes nos han llevado a esta situación de crisis, pero los estudiantes no somos responsables de eso, permítanos decir, estamos atrapados entre el abandono del Estado y la irresponsabilidad de quiénes dirigieron la Institución. Desde siempre hemos querido ser responsables de las decisiones de la Universidad, contribuir en la normalización de nuestra Universidad a través de un gobierno triestamental, del cual fuimos despojados hace ya 35 años, y del cual fuimos apartados y excluidos los días 15 y 16 de mayo, pese al deseo y manifestación explicita de los tres estamentos de la Comunidad Universitaria, al negarnos nuestra legitima aspiración de elegir quien gobierna nuestra casa de estudios.

Señora Presidenta, no permitiremos que nuestra universidad se siga endeudando y que los bancos sigan usufructuando de nuestra educación, no permitiremos que la privatización encubierta siga avanzando, ¡hemos dicho basta!, y le haremos frente con la fuerza de quiénes sienten un compromiso con la Educación Estatal y Pública.

Para esto le solicitamos una audiencia urgente e inmediata en donde nos entregue respuesta a lo que enunciamos en esta carta.

Sin nada más que añadir por el momento, se despiden de usted los 15.000 estudiantes que conformamos la Universidad de Valparaíso.



FEDERACIÓN DE ESTUDIANTES UNIVERSIDAD DE VALPARAÍSO

Por la defensa de la educación Pública y Estatal.

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